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Clases

El alma predilecta sigue la senda del clérigo, pero es capaz de canalizar el poder divino con sorprendente facilidad. Es capaz de llevar a cabo las mismas tareas que sus colegas lanzadores de conjuros divinos pero sin necesidad de estudio alguno; para él es un don natural. Los estudiosos se...

Clases de prestigio

Los maestros de la mano imperceptible disfrutan golpeando a sus enemigos con fuerzas invisibles, lanzando objetos inmensos al aire y desarmando a sus enemigos con un solo pensamiento. Su dominio del arte de la telecinesia hace de los maestros de la Mano imperceptible unos combatientes potentes y...

Clases de prestigio

El rugir de la batalla, los gritos de los moribundos, el aullar del grito de un combatiente... estas son todas las notas de la musica que compone el cantor de guerrra. Esta música fluye a través del campo de batalla como un torrente furioso, atrapando a su paso por igual a amigos y enemigos. Los...

Clases de prestigio

En cualquier comunidad gnoma, sólo unos cuantos individuos selectos de extraordinario valor revisten el manto del matagigantes. Basados en una combinación de agilidad, pericia en combate y pura astucia, el matagigantes gnomo es el azote de todas las criaturas que usan su tamaño para aterrorizar a...

Clases de prestigio

El cruzado divino personifica la devoción y la dedicación a una deidad elegida. Mucho más que un clérigo, el cruzado divino sirve como símbolo de un aspecto específico del ámbito de poder de su deidad, como el fuego, el bien, el saber o la guerra. Sirven como sirvientes divinos de élite, cumpliendo...

Clases de prestigio

Para cualquier servidor de una deidad, no hay mayor goce que esos raros momentos en los cuales la presencia de la deidad tutelar es una fuerza real y tangible, que le envía escalofríos de poder a través del cuerpo y eleva su alma a lo más alto. Para algunos, esta experiencia es una atracción tan...

Clases de prestigio

Donde hay leyes, también hay quien las desafía y donde hay ciudadanos que viven atemorizados por esos quebrantadores de la ley, hay espíritus valientes que les dan caza. Son los justicieros. No lo hacen por dinero; tampoco por gloria. Lo hacen porque es un trabajo ingrato que debe hacerse. También...