• Símbolo: flagelo de nueve colas con púas
  • Alineamiento: Legal Maligno
  • Áreas de Control: dolor, daño, agonía, tormento, sufrimientos, tortura.
  • Dominios: Fuerza, Justo Castigo, Ley, Mal, Sufrimiento
  • Arma Predilecta: “Portador del dolor” (flagelo)
  • Escenario: Reinos Olvidados

La diosa del dolor, tanto físico como psíquico. Busca extender el dolor a todos los seres, especialmente el dolor psicológico pues es el más dulce para ella. Se enfrenta a Ilmater, su contrapunto.

Historia/Relaciones

Loviatar es una de las deidades oscuras, sirvió a Bhaal junto con Talona a la que le encanta atormentar y tomar el pelo. Se cree que durante la Era de los Trastornos estuvo en la ciudad de Aguas Profundas.

Relaciones

Durante siglos Loviatar había estado bajo el control de Bhaal, pero a su muerte se inclino hacia Shar. La vuelta de Bane supuso un cambio importante a la situación y ahora se esta acercando al dios de la tirania.

Loviatar se lleva bien con Malar pues aprecia la forma en como acecha a sus victimas considerándola una forma de tortura.

Por otro lado odia a Eldat y Laira por la alegría que predican. Ilmater es el gran rival de Loviatar pues escuda a los seres del dolor que trae la diosa.

Dogma

El mundo esta lleno de dolor y tormento, y lo mejor que uno puede hacer es sufrir estos golpes que no pueden ser evitados e infligir todo el dolor que se puede de vuelta a los que nos ofenden. Las amabilidades son las mejores compañeras de las heridas, ya que aumentan la intensidad del sufrimiento. Deja que al clemencia de la repentina abstención de causar dolor y de proporcionar curación inesperada surjan de ti al azar, pero por capricho, para hacer que la gente tenga esperanza y aumente el misterio de la clemencia de Loviatar. La crueldad inquebrantable volverá a toda la gente contra ti. Actúa de forma seductora y trae dolor y tormento tanto a aquellos que lo disfrutan como a aquellos que más lo merecen o a los que más daño hará. Látigo, fuego y frío son los tres tormentos que nunca fallan al devoto. Extiende las enseñanzas de Loviatar dondequiera que el castigo sea administrado. Prueba todos los dolores, ya que esto refuerza el espíritu t proporciona verdadero placer a los fuertes y auténticos. No hay un verdadero castigo si el castigo no conoce la disciplina. Donde quiera que haya un látigo, allí esta Loviatar. Temedla, y échala de menos más aún.

Clérigos de Loviatar

La iglesia de Loviatar suele estar dirigida por mujeres humanas o semielfas. Dominan la jerarquía y en número son mayores que los varones.

Su numero es escaso, pero dispersos en cuanto a influencia. Suelen ser evitados pues el asesinato será la acción más suave que lleven a cabo contra cualquiera que les insulte a ellos o a Loviatar.

Un grupo de clérigos, conocidos como Dolores, suelen operar al margen de las iglesias moviéndose de una a otra para asegurarse de que se sigue en todas ellas la voluntad de la diosa. Son sus agentes de confianza y sus inquisidores.

Los novicios o postulantes a la fe de Loviatar son conocidos como Los que se Arrodillan. Los clérigos que han sido aceptados reciben los siguientes títulos (en orden ascendente): Taystren, Adepto (en el Dolor), Hermana/Hermano (en el Tormento), Supremar, Acariciador (de los Miedos), Dama del Látigo/Señor del Látigo, Marcado (de la Diosa) y Herida Verdadera.

Los dos últimos títulos se aplican a todos los clérigos que han dirigido un templo, abadia, monasterio de la diosa o que se han distinguido en el servicio hacia ella.

Los títulos entre paréntesis es la forma de dirigirse completa al que ostenta al título. Estas formas no son usadas en los rituales, sermones o documentos.

Rituales

Los clérigos de Loviatar rezan a la mañana tras haberse azotado con un látigo. El mismo ritual se realiza a la tarde, pero sin pedir conjuros.

Los seguidores de Loviatar celebran las cuatro festividades estacionales del año con el Rito del Dolor y la Pureza que consiste en una danza en círculo que los miembros del clero realizan mientras cantan salmos sobre espinas, o cristales rotos mientras los látigos de los clérigos de mayor rango y el ritmo de los tambores hacen aumentar la intensidad.

Cada noche duodécima (salvo que coincida con el Rito del Dolor y la Pureza que tiene prioridad) se celebra el Rito de la Vela menores en que se baila alrededor de velas encendidas. Mientras se baila el cuerpo pasa varias veces a través del fuego. El rito acaba cuando el clérigo de mayor rango apaga las velas por medio de vino consagrado.